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Oye, no pierdas tu auto por culpa de la CBP. ¡Conoce tu plazo de 20 o 30 días!

  • Foto del escritor: T.F. Moroney
    T.F. Moroney
  • 3 jun
  • 2 Min. de lectura

Oye, lo entiendo, recibir esa carta de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) es un golpe bajo. Un minuto estás conduciendo tu coche y al siguiente está encerrado en una bodega. Quizás fue un problema con el papeleo. Quizás pensaron que se importó mal. Sea como sea, parece que tu coche simplemente desapareció.


Pero hay algo que la mayoría de la gente pasa por alto: aún tienes una oportunidad de recuperar tu auto, si te das prisa.



Aquí está la parte que hace tropezar a la gente

La mayoría de la gente piensa: "Esperaré hasta que llegue la notificación por correo". Pero la CBP empieza a contar el tiempo el día que emite la notificación, no el día que la recibes. Así que, si el correo tarda una semana, ¿adivina qué? Ya has perdido siete días.


Por eso siempre les digo a todos: la fecha en la parte superior del aviso lo es todo. Revísenla. Cuenten sus días. Y no esperen.


¿Por qué te digo esto?

Pasé años al otro lado del proceso de embargo, trabajando dentro del sistema que confisca vehículos. Vi a demasiadas personas perder sus autos por no cumplir con los plazos o no entender las normas. Por eso fundé Petition Guy.


Estoy aquí para ayudarte a navegar este laberinto. Sé que es confuso. Sé que parece que el gobierno tiene todas las de ganar. Pero créeme: tienes derechos y hay un proceso. Solo necesitas saber cómo usarlo.


Esto es lo que debes hacer ahora mismo

✅ Busque la fecha que CBP puso en el aviso de incautación: generalmente está cerca de la parte superior.

✅ Decide cómo quieres impugnar: — ¿Recurso administrativo? Tienes 30 días. — ¿Reclamación judicial? Tienes 20 días.

✅ Presente su declaración a tiempo o corre el riesgo de perder su vehículo para siempre.


Incluso cuando la fecha límite ya está corriendo

El asunto es el siguiente: el gobierno de EE. UU. está tomando medidas para que su vehículo o propiedad sea suya, sin hacer preguntas.


Tienen las reglas a su favor. Plazos que empiezan desde la fecha en que firman el aviso, no desde el día en que lo abres. ¿Y cada día que esperas? Ese es otro día que endurecen su control.


Así que no juguemos a su juego.


Contesta el teléfono. Llámame. Lo resolveremos juntos, paso a paso. Sin sorpresas. Sin confusiones. Solo un plan claro para que tu propiedad vuelva a estar en tus manos, donde debe estar.

El tiempo es su arma. Asegurémonos de que no sea la tuya.



 
 
 

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